Lo de la navidad es lo que tiene, uno se pone flojo, le da por no meterse con el Alcalde del Pueblo (Tranquil Andreu Tranquil, jo em preocuparía més de la ma negre de C’s del poble), transigir con el árbol de navidad y subirse a la parra a saludar a la gente que quiero en Mas Coll (el poble veí)
Esto de tener un 23 en sábado, una mariscada el 24, un lunes de fiesta y el Boxing day en Martes, me pone. Me dedico ha hacer cosas cutres todo el dia: escupir a carteles de 155’s istas, a quejarme a mi pescadera de la Boqueria por la mierda de ostras que me vendió el otro día, y porque no, hablar con el hombre que se piensa que trabajo de agente encubierto en las ramblas. Nunca he tenido el valor de decirle que lo de las bridas y el carterista fue un acto reflejo de este verano, y no un acto de servicio. Y en serio: las bridas estaban en mi bolsillo por un tema califragístico.
(pienso en el tiempo que pasé en Juriscorps y se me ponen los pelos como escarpias: armas cortas, autodefensa, clases de seguimiento y contra seguimiento, y luego ese búlgaro muerto en un piso…)
Pero siempre quedan cosas que se te quedan en la parte trasera del cerebro, y saltan como resortes. Un día tendría que explicar al mundo lo que pasó en mi vida entre 1998 febrero y 1999 setiembre. Un año y medio que me dejaron alguna cicatriz, tres costillas rotas y muchas cosas útiles.
Sé que tengo que escribir el resumen del año pero me da miedo que el cabrón de www.opinaras.com me lo robe.
Lo escribiré, pero poc a poc.
Sabéis esta navidad tendría todas las componendas para ser una de las mejores que recuerdo: no tenemos que irnos a casa de mi mujer, parece que hará sol, podremos estar tranquilos….pero no puedo quitarme de la cabeza que esa banda de cabrones tienen a 4 inocentes en la cárcel. Jordi Cuixart, Jordi Sànchez, Oriol Junqueras, Joaquim Forns. No sé si realmente duermen bien, me refiero a todos aquellos que piensan que esta bien tener a gente encerrada por pensar como pienso yo, o por pensar, mierda de país este en el que vivimos.
En fin, me centraré en ser autónomamente feliz, en pensar que tengo que escribir este siempre complicado resumen del año, en comer bien, y en beber mejor, en enfadarme lo justo y reírme un rato, en pensar que mi familia me quiere un montón aunque sea solo la que yo he creado, y mi padre. Me focalizaré en correr temprano y desayunar huevos fritos con beicon y no hacerlos yo.
Esta navidad no podrá ser perfecta, aún no somos república, aún… pero confío en que lo seremos pronto. Hay un paso muy fino entre lo que queremos ser y lo que nos dejan ser. Hay un paso muy corto entre te dejo o no, y ser libres, y sobretodo hay un paso inmenso entre el vuela paloma vuela, y las putas cadenas que la gente se afana en construir.
Que bien viviríamos si fuera siempre navidad.
Mis Bitàcoras. 